¿Qué significa ser una chamana en estos tiempos?
Hay palabras que despiertan algo en el alma.“Chamana” es una de ellas.
No importa si nunca hiciste un ritual, si no sabés leer el Tarot o si recién estás empezando tu camino espiritual.
Si estás leyendo esto, es probable que en algún rincón de tu cuerpo ya lo sientas: la chamana no es una mujer con plumas, fuego y cantos antiguos. Es una energía. Un llamado. Una forma de mirar la vida con otros ojos.
La chamana moderna: la que no se olvida de sí
Ser chamana hoy no es irte al medio del monte a vivir en una cueva (aunque podrías).
Ser chamana es recordar que tenés poder. que tu intuición no está rota. Que tu cuerpo no miente. Que cada síntoma, cada crisis, cada emoción tiene algo para contarte.
Una chamana no cura a nadie.
Te recuerda cómo sanarte.
No adivina el futuro.
Te ayuda a entender tu presente.
No sigue recetas mágicas.
Honra lo que tu alma necesita hoy.
Autoconocimiento y sanación: las dos alas del vuelo
Todo lo que ofrezco —ya sea una sesión de Biodecodificación, una lectura de AstroTarot, una limpieza energética o una mentoría— parte del mismo centro:
Vos no estás rota. Solo te olvidaste de quién sos.
Y en ese camino de recordar, el autoconocimiento es clave. Porque no podés sanar lo que no ves.
Y la sanación no es un acto heroico, ni inmediato, ni perfecto. Es volver a casa. Volver a vos.
Mi camino como chamana
Yo no nací sabiendo. Yo también me sentí desconectada, rota, vacía.
Hasta que me animé a mirar adentro. A escuchar lo que dolía. A dejarme guiar por la sabiduría ancestral que estaba latiendo en mis células desde antes de nacer.
Hoy, acompaño a otras mujeres que sienten ese mismo llamado: “Quiero entender lo que me pasa. Quiero sanar. Quiero vivir en coherencia con mi alma.”
Si eso te resuena, este blog es para vos. Y este espacio también.
Lo que vas a encontrar en este blog
Palabras que acarician, que sacuden, que encienden.
Historias reales. Herramientas simples. Rituales. Preguntas poderosas.
Todo lo que a mí me sirvió —y sigue sirviendo— en este camino de reconexión.
Porque ser chamana no es un título. Es una forma de habitar la vida, con el alma despierta.
¿Te animás a despertar a tu chamana interior?
Empezá por donde sientas. Hay un recurso poderoso esperándote.
Explorá mis propuestas de autoconocimiento y sanación en esta web.
O quedate por el blog y dejate guiar.